Frenkie de Jong no logra encontrar estabilidad en el Barcelona, y su rendimiento reciente está alimentando las dudas sobre su continuidad en el club. En apenas una semana, el neerlandés pasó de brillar en Mallorca, con una actuación estelar en solo 18 minutos que incluyó un gol y una asistencia, a convertirse en protagonista negativo en el Benito Villamarín, donde cometió un penalti crucial en una derrota ante el Betis. Este contraste de actuaciones refleja el desafío de De Jong para recuperar su mejor versión desde su lesión.
Desde su reaparición el pasado 1 de octubre contra el Young Boys en Champions, el centrocampista ha disputado 12 partidos, pero solo ha sido titular en dos ocasiones. Aunque mostró destellos de calidad en encuentros puntuales, como su solvente actuación en Belgrado o su buen rendimiento en la segunda mitad del Clásico en el Bernabéu, su desempeño en otros partidos, como en Anoeta, dejó mucho que desear, incluso siendo sustituido al descanso por molestias en el tobillo.
No se adapta al 'nuevo' Barça de Hansi Flick
A nivel emocional, la situación tampoco es fácil. Parte de la afición culé no recibió su regreso con entusiasmo, y los silbidos en el Camp Nou hacia el jugador han sido un reflejo de la creciente impaciencia con su desempeño. Aunque en Son Moix mostró su potencial como mediapunta, bajo la dirección de Hansi Flick, en el Villamarín volvió a evidenciar dificultades, especialmente en labores defensivas, dejando claro que está lejos de su mejor forma.
Con el Barça enfrentando exigencias tanto físicas como tácticas, la falta de consistencia de De Jong podría costarle la titularidad en citas clave. Todo esto refuerza la percepción de que el neerlandés podría estar más cerca de salir del club que de consolidarse como un pilar en el proyecto de Flick.