La derrota del PSG frente al Bayern Múnich en la quinta jornada de la UEFA Champions League ha puesto a Luis Enrique en una posición crítica. Con el equipo relegado a los últimos puestos de su grupo y un desempeño europeo que dista de las expectativas, el entrenador español enfrenta un panorama incierto que podría marcar el fin de su etapa al frente del club parisino.
Los números en la competición continental son preocupantes: una única victoria en cinco encuentros y derrotas contundentes ante rivales de peso como Arsenal, Atlético de Madrid y Bayern. Esta racha ha dejado al PSG en la vigésimo sexta posición, con apenas cuatro puntos acumulados, un balance que contrasta drásticamente con su dominio en la Ligue 1, donde lideran cómodamente con diez triunfos en doce jornadas. Sin embargo, los logros domésticos no bastan para una directiva que exige resultados en Europa, el escenario que define la verdadera grandeza de los clubes de élite.
El PSG le pone un ultimátum
Desde las oficinas del PSG, el mensaje es claro: Luis Enrique debe revertir la situación o su continuidad estará en peligro. El técnico cuenta con tres partidos cruciales para demostrar que puede cambiar el rumbo. Los enfrentamientos ante Salzburgo, Manchester City y Stuttgart no solo definirán el futuro del equipo en la Champions League, sino también el destino del entrenador.
El PSG, acostumbrado a ser protagonista en la máxima competición europea, no puede permitirse otra eliminación temprana. La presión recae sobre Luis Enrique, quien deberá sacar el máximo rendimiento de su plantilla para evitar un desenlace que parece cada vez más inminente. La situación, además de crítica, es un recordatorio de que el éxito en París no se mide solo en títulos locales, sino en la conquista del ansiado trofeo continental.