El Real Madrid volvió a sufrir un golpe devastador en su orgullo tras caer con contundencia frente al FC Barcelona en la final de la Supercopa de España. La derrota no solo supuso un nuevo revés en el plano deportivo, sino que encendió todas las alarmas en la cúpula del club blanco. Florentino Pérez, conocido por su exigencia implacable, estaría perdiendo la paciencia con Carlo Ancelotti, quien enfrenta serias dudas sobre su continuidad al frente del equipo.
El entrenador italiano, que cuenta con una plantilla considerada por muchos como la mejor de Europa, no ha logrado traducir ese potencial en resultados positivos ni en un estilo de juego convincente. En los primeros meses de la temporada, el Real Madrid ha perdido todos los partidos clave, dejando una imagen que dista mucho de lo esperado. Lo más preocupante para la directiva es que el equipo parece estar a años luz, en términos de rendimiento, del FC Barcelona dirigido por Hansi Flick, un rival con una plantilla inferior pero con un esquema táctico mucho más definido y efectivo.
Florentino Pérez no soporta más esta situación.
La situación es insostenible para Pérez, quien no tolera un Madrid incapaz de competir por títulos importantes. Aunque Ancelotti aún cuenta con tiempo para revertir el panorama, la presión es máxima. Se espera que el equipo no solo recupere resultados, sino también una identidad en el terreno de juego que devuelva la confianza al presidente y a la afición.
Si los blancos no muestran una mejoría significativa en las próximas semanas, el mandato de Ancelotti podría llegar a su fin. En la Casa Blanca, las segundas oportunidades no son comunes, y Florentino ya ha demostrado que no titubea al tomar decisiones drásticas cuando la grandeza del club está en juego.