El Valencia CF atraviesa un momento crítico tras convertirse en el colista de la Primera División. La reciente derrota ante el Valladolid (1-0) ha intensificado los rumores sobre el futuro de Rubén Baraja, pero las dificultades económicas del club hacen que su despido no sea tan sencillo. Aunque el técnico dirigió con normalidad los entrenamientos del equipo tras el partido, la directiva analiza todos los escenarios posibles ante la grave situación deportiva.
No hay dinero para fichar a Quique
El principal obstáculo para cambiar de entrenador es el costo que supone rescindir el contrato de Baraja, quien fue renovado en junio. Según cuenta 'ElDesmarque', el presupuesto destinado a esta posible operación es limitado, lo que afecta directamente la búsqueda de un sustituto de garantías. Entre los nombres que han surgido destaca Quique Sánchez Flores, una opción habitual en los rumores que rodean al banquillo de Valencia. Sin embargo, las altas exigencias económicas y deportivas del técnico madrileño parecen estar fuera del alcance del club.
Además, la situación financiera no permite grandes movimientos. La dirección deportiva ya enfrenta restricciones presupuestarias que condicionan la llegada de refuerzos en enero, algo que Baraja tiene pendiente desde las promesas realizadas tras la última reunión en Singapur. Un cambio en el banquillo consumiría gran parte del margen económico disponible, dejando a Valencia en una situación aún más comprometida. Con el equipo hundido en la clasificación y un futuro incierto, el club deberá tomar decisiones rápidas, pero el factor económico será determinante para el rumbo final.