El caso de Frenkie de Jong sigue siendo uno de los temas pendientes más complejos para el FC Barcelona. Desde que el neerlandés firmara su renovación en 2020, su situación contractual ha generado debate constante. A pesar de su potencial y calidad, su rendimiento no ha sido el esperado y, sumado a la delicada situación económica del club, ha convertido su futuro en un tema recurrente en cada mercado de fichajes.
La ampliación firmada durante la gestión de Josep Maria Bartomeu incluyó un diferimiento salarial que elevaba progresivamente sus ingresos en compensación por los recortes iniciales. Este acuerdo ha sido fuente de tensiones, especialmente con las exigencias del club para reajustar su salario o valorar una posible venta. Aunque la llegada de Hansi Flick ha traído estabilidad deportiva, De Jong no ha logrado consolidarse como pieza clave en el esquema del técnico alemán, algo que también pesa en las decisiones del club.
Si no renueva, no jugará la próxima temporada
Con contrato vigente hasta 2026, la directiva ha establecido una línea clara: ningún jugador iniciará la próxima temporada con un contrato a punto de expirar sin haber renovado previamente, así se confirma desde el diario Sport. Esto sitúa a De Jong en una posición delicada, ya que, si no se alcanza un acuerdo antes del verano, el Barça se verá forzado a buscar una salida para evitar perderlo sin compensación económica en 2025.
Joan Laporta y Deco saben que el centrocampista está plenamente integrado en Barcelona, pero también son conscientes de que el jugador no cederá fácilmente en las negociaciones. Así, el próximo verano se perfila como un momento crucial para definir su continuidad, mientras el club mantiene firme su postura en busca de estabilidad financiera y deportiva.