Luis Enrique se enfrenta a su primera gran crisis como técnico del París Saint-Germain. La situación en la Champions League es alarmante, con apenas cuatro puntos tras cinco jornadas, y el reciente empate en casa contra el Nantes ha desatado dudas tanto en el vestuario como en la dirección deportiva. Aunque el presidente Al Khelaïfi ha reiterado públicamente su apoyo, en el entorno del club se perciben señales de desgaste.
Los jugadores clave comienzan a mostrar su descontento. El caso de Gianluigi Donnarumma es uno de los más representativos. Las constantes rotaciones en la portería han puesto en pausa su renovación, generando incertidumbre en torno a su futuro. A esto se suma la confusión provocada por las decisiones de Luis Enrique, como alinear a Matvéi Safónov contra el Bayern, dejando al italiano en el banquillo.
Algunas decisiones de Luis Enrique no están siendo entendidas
Otro foco de tensión es Fabián Ruiz, quien pasó de ser una pieza intransferible a ocupar un rol secundario. Su falta de minutos ha generado malestar en el mediocampista español, sobre todo tras su destacado papel con la selección en verano. Situaciones similares afectan a Ousmane Dembélé, cuyo rendimiento y relación con el técnico parecen deteriorarse, y Barcola, cuyo nivel ha caído debido a las constantes modificaciones tácticas.
Con el contrato de Luis Enrique renovado hasta 2027, pero aún no oficializado, los rumores de posibles cambios si el equipo no supera la fase de grupos de la Champions toman fuerza. El tiempo apremia para el técnico asturiano, quien debe encontrar soluciones antes de que las grietas internas se conviertan en un problema insalvable.